Conducción preventiva

Este tipo de formación pretende dotar al conductor de conocimientos y actitudes dirigidas a desarrollar un pensamiento desfavorable alejado del exceso de confianza, y actuar siempre con anticipación y racionalidad para minimizar los riesgos a los que hacer frente.

Este tipo de formaciones suele trabajar varias áreas de interés:

  • La recogida de información sobre el tráfico y el entorno.
  • Mantener en todo momento un espacio de seguridad.
  • La anticipación hacia lo que pueda acontecer durante la conducción.
  • El autocontrol para actuar conforme a los valores y patrones de seguridad marcados en el manejo del vehículo.

Riesgo y conducción

El riesgo durante la conducción está siempre presente y puede ir variando con el tiempo y con el espacio que se va recorriendo al circular.

Por tanto, la seguridad debe estar presente antes, durante y después de la conducción.

  • Antes, para garantiza que tanto el vehículo, como el conductor, como todos los aspectos organizativos son correctos y se puede iniciar la marcha siguiendo un recorrido previsto.
  • Durante la propia conducción, para realizar una labor consistente en mantener el vehículo bajo control mientras se adapta la marcha a la circulación del resto de usuarios y al resto de condicionantes, como son el entorno, las vías y la climatología.
  • Después, para asegurarse de que el vehículo se estaciona de forma segura y en buenas condiciones, o bien se reporta cualquier incidencia que pudiera afectar a otros compañeros.

Dado que los riesgos están presentes en todo momento, el esfuerzo que hay que dedicarle a identificar y percibir los mismos es notable.

Percepción del riesgo

Durante la conducción es necesario emplear todos los medios a nuestro favor para identificar potenciales situaciones de riesgo con la mayor antelación posible. De ese modo, tendremos la oportunidad de actuar con tiempo de actuar.

Para lograrlo, es preciso realizar un barrido visual con el propósito de captar anterior, posterior y lateral que pudiera afectarnos a la seguridad.

Es posible usar otros sentidos además de la visión para identificar situaciones de riesgo. Desde los sonidos propios de la circulación que pueden comunicarnos peligros (frenazos, etc.) hasta olores procedentes incendios (humo, metal), hasta las sensaciones táctiles del vehículo sobre el volante y al carrocería, derivadas de la adherencia o no de los neumáticos, de la gobernabilidad del vehículo o de alguna pérdida de control por avería.

Sólo con una actitud vigilante y de observación, libre de distractores, puede desarrollarse todo el potencial de conducción segura.

Evitabilidad

Una vez el riesgo es percibido, es preciso tomar una decisión respecto a iniciar una acción o bien no hacerlo.

El principio de evitabilidad en la conducción trata de promover el alejamiento de los potenciales conflictos. Es decir, ante una situación de riesgo potencial, que podría materializarse en un incidente o en un accidente, se propone actuar siempre lo antes posible de manera conservadora y cautelosa para que la siguiente acción por parte del conductor vaya dirigida bien a evitar el daño o bien a disminuirlo.

Un ejemplo muy común podría producirse en la aproximación a una glorieta. Si ha identificado la glorieta, se puede prever que será conveniente acomodar la velocidad para asegurar un acceso seguro a la glorieta. Si en esa aproximación se observa otro vehículo circulando en su interior, la evitabilidad consistiría en disminuir la velocidad para facilitar que el vehículo en el interior siga circulando por la glorieta. Evidentemente, en esa toma de decisiones influye el entorno, como por ejemplo, que no se tenga detrás un vehículo muy pegado, aspecto que se podría valorar desde que se produce la aproximación a la glorieta.

Acciones en conducción preventiva

Para una conducción lo más segura posible, se proponen una serie de técnicas fáciles de aplicar dirigidas a mejorar la conducción en varias áreas.

  • Observación.
  • Anticipación.
  • Espacio.
  • Control.

Observación:

Circulando, es una de las tareas principales que se realizan. Aunque pueden usarse todo tipo de vehículos en el sector, lo más común es usar furgonetas y camiones, que sitúan normalmente al conductor en una posición más elevada, que abarca un mayor campo visual y, por tanto, más oportunidades para actuar a tiempo aplicando la evitabilidad.

Es conveniente realizar un barrido con la vista, no perdiendo la información delantera según nos desplazamos mirando al frente, pero moviendo ligeramente los ojos para captar la información periférica con el rabillo de los ojos, y la información posterior moviendo los ojos y observando por los retrovisores.

Esto permite captar la información delantera, lateral y posterior aproximándose a los 360º de la circunferencia que rodea al vehículo.

Algunos ejemplos de técnicas de observación muy sencillas que se pueden usar son:

Ejemplo: uso de los retrovisores

 

Usando los retrovisores continuamente se tendrá una información completa de lo que hay alrededor, para detectar riesgos o imprevistos y resolverlos sin riesgo.

 

Ejemplo: mirar a los lados

 

Mover los ojos mirando a los lados al acercarse a una glorieta, intersección, etc. para identificar los vehículos que circulan por ella o que se van a incorporar, permite circular con más fluidez y detectar cualquier riesgo potencial, comprobar que nos han visto y se nos cede el paso, en su caso.

Anticipación:

Consiste en la interpretación crítica de la información, sobre todo visual, que se registra durante la conducción.

Va a estar influido ese juicio por los valores, las creencias y las experiencias previas del conductor. De este modo, en función de su formación y vivencias, podrá interpretar una situación como potencialmente de riesgo, o no.

Se propone pensar desfavorablemente, ya que supone prepararse para el peor evento y ayudar a evitar los accidentes.

Algunos ejemplos de técnicas de anticipación muy sencillas que se pueden usar son:

 

Ejemplo: velocidad al volante

 

Es necesario adaptar la velocidad a las circunstancias para no perder el control ni perjudicar a nadie. Lo más importante es llegar al destino.

 

Ejemplo: prever situaciones desfavorables

 

Si se prevé el comportamiento del resto de conductores se podrán evitar imprevistos y movimientos bruscos y repentinos.

 

Ejemplo: preparar el pie ante el freno

 

Situar el pie frente al freno en situaciones de riesgo (peatones distraídos, cruces sin visibilidad,...), permite reducir el tiempo de reacción a 1/3 de segundo y evitar frenazos bruscos.

 

Ejemplo: atención constante

 

Durante la conducción se debe evitar desviar la mirada para conversar con el acompañante, soltar el volante para gesticular o señalar. Si no se mantiene una concentración elevada es poco probable que se detecten los riesgos con antelación.

 

Ejemplo: escapatorias

 

Los desplazamientos son estresantes y se circula a cierta velocidad, que exige buscar en todo momento una escapatoria que permita detenerse de forma segura.

Espacio:

El objetivo de realizar una adecuada recogida de información y entrenar la capacidad para anticiparse pensando desfavorablemente es tener la posibilidad de evitar el accidente, bien disminuyendo la velocidad, buscando una escapatoria, etc. Eso sólo puede hacerse con cierto margen de maniobrabilidad en el breve tiempo de reacción de que se dispone para actuar si se cuenta con el suficiente espacio alrededor del vehículo.

Se propone hacer una gestión más proactiva del espacio aplicando técnicas que permitan crear un colchón de seguridad alrededor del vehículo y adaptar la conducción a esas circunstancias.

Algunos ejemplos de técnicas de gestión del espacio muy sencillas que se pueden usar, son:

Ejemplo: espacio delantero circulando

 

Incrementando la distancia de seguridad delantera (regla de los 3 segundos: 1101, 1102, 1103) se evitan alteraciones bruscas en la velocidad y se aumenta la seguridad.

 

Ejemplo: espacio delantero en parada

 

Dejando un espacio de 2-3 m con el vehículo de delante, se evitará quedar atrapados en caso de avería o detención del vehículo que nos precede.

En un paso de peatones dejar 2-3 m con la línea aumentará la visibilidad y evitará atropellos.

 

Ejemplo: espacio posterior en parada

 

Al estar parados, observar por el retrovisor hasta tener dos vehículos detrás de nosotros para prever alcances posteriores.

 

Ejemplo: espacio lateral

 

Dejando un espacio lateral evitaremos rozar a otros vehículos y tendremos una vía de escape en caso de necesidad.

Control:

Para poder aplicar todas las técnicas vistas hasta este momento, es necesario también tener control:

  • De uno mismo como conductor y de las emociones que se generan al exponerse al tráfico, con una agenda que cumplir, prisas, atascos, etc.
  • Del vehículo, para poder conducirlo conforme a nuestra voluntad, gestionando adecuadamente todos los dispositivos con los que cuenta.

Algunos ejemplos de técnicas de control del vehículo muy sencillas que se pueden usar, son:

Ejemplo: manejo de volante

 

Llevar las dos manos en el volante proporciona un mayor control del vehículo, necesario para hacer una conducción suave e inocua para los ocupantes. Además, permite trazar de forma adecuada las curvas.

Ejemplo: posición de los pies

 

Llevar el pie izquierdo en el pasarrueda es más cómodo y permite controlar el vehículo en las curvas. Al llevar el pie en el embrague se produce un mayor desgaste de éste y se sitúa la pierna a una posición forzada y poco estable, que puede ocasionar molestias en la espalda (incluso lesiones a largo plazo).

Ejemplo: relación de marchas

 

Usando más el freno motor y menos el freno de servicio, y empleando marchas más largas, se consigue reducir las vibraciones en el vehículo. También se evitan las aceleraciones y deceleraciones.

 

Ejemplo: mantenimiento preventivo

 

Realizar varias revisiones en el vehículo, a ser posible asignadas a un trabajador con una periodicidad clara:

- Las técnicas cuando corresponda (fabricante, ITV)

- La periódica (mensual, quincenal) aplicada a los niveles de líquidos, presión y desgaste de neumáticos, funcionamiento de luces, etc.

- La diaria, antes de subir al vehículo, para asegurarse de que no haya sufrido daños, o no los haya reportado el compañero que la usó anteriormente.