La carga en el vehículo

En nuestro sector es frecuente que el vehículo se transforme en un espacio medio oficina, medio almacén, más allá de su uso en los desplazamientos.

Las herramientas y materiales que llevemos en el vehículo pueden convertirse en una verdadera amenaza para la seguridad de los ocupantes.

En parte, para evitar eso, suelen emplearse vehículos diseñados para el transporte de personas y de carga, o bien adaptar otros vehículos para ese fin, incorporando una protección adecuada a la carga que transporten (dispositivos de retención y aseguramiento de la carga). El propósito es evitar que la carga pueda en un momento dado desplazarse y provocar daños a las personas.

Incluso con dispositivos de retención, cabe la posibilidad de que los materiales que portemos en el vehículo (por ejemplo, los objetos sueltos en la cabina) constituyan una amenaza de seguridad al conducir.

Veamos algunos consejos de seguridad al respecto:

  • Dispositivos de retención y aseguramiento de la carga: siempre es una buena idea instalarlos para separar carga y personas.
  • Objetos sueltos: en el interior del vehículo no debe haber objetos sueltos. Generalmente los vehículos cuentan con muchos espacios donde colocar todo lo que necesitemos.

Un objeto suelto en el vehículo puede transformarse en un proyectil en caso de accidente. Por ejemplo, a la hora de realizar una frenada de emergencia, un objeto suelto puede multiplicar su peso por sesenta, e impactarnos con esa fuerza. Imagina el peso de los objetos cotidianos que es posible encontrar sueltos en un coche. Piensa en su peso y multiplícalo. Entenderás por qué los sanitarios que atienden accidentes de tráfico en carreteras encuentran víctimas golpeadas por portátiles, paraguas, botellas...

Podemos asegurar algunos objetos de cierto tamaño que vayan en el interior por algún motivo colocándoles el cinturón de seguridad como hacen los pasajeros.

  • Maletero: aunque lo más habitual es que en el maletero no se lleven objetos de valor, estacionando el vehículo hacia atrás aproximándolo a la pared, cuando no vayamos a necesitar abrir el portón o el maletero, complicaremos el acceso a los potenciales ladrones.
  • Disposición de la carga (estiba): al colocar la carga en el vehículo, conviene hacerlo de manera racional, siguiendo algún tipo de criterio. Si bien va a depender de muchas circunstancias, conviene tener en cuenta lo siguiente:
    • Colocar lo más pesado en la zona más próxima al habitáculo, apoyado adecuadamente.
    • Usar elementos para sujetar las cargas: cintas, redes, etc. pero que nada quede suelto.
    • Introducir en cajas los objetos pequeños, para que no se muevan libremente y mantenerlos bajo control.
    • Cuando las cargas sean pesadas, conviene distribuirlas de modo que no se vea comprometido el centro de gravedad del vehículo.
    • Adecuar la conducción a la carga: no se va a comportar igual un vehículo con carga que sin ella. Conduzcamos con suavidad y tengamos en cuenta el efecto de la carga sobre la frenada (aumenta la distancia de frenado y, por tanto, la distancia de seguridad que debemos de respetar.
  • Portamaletas: si el vehículo cuenta con algún elemento para llevar carga en la parte superior, conviene adaptar la conducción y tener en cuenta su efecto sobre la estabilidad del vehículo, sobre el consumo de combustible y a alta velocidad o con viento. Esos elementos elevan el centro de gravedad del vehículo.