El control de velocidad de crucero

Actualmente, muchos vehículos incorporan dispositivos que permiten gestionar la velocidad.  Suelen incorporar un control de velocidad de crucero que permite mantener una velocidad prefijada de manera constante. Es decir, si se establece la velocidad de 120 Km/h, el vehículo hará automáticamente las gestiones necesarias para mantener la velocidad en todo momento constante, de modo que, cuando se afronta una subida, inyectará más combustible para mantener el ritmo constante, y reducirá la entrada de combustible en descensos que permitan conservar la velocidad sin necesidad de acelerar. Normalmente, cuando el conductor pisa alguno de los pedales, se desactiva ese control de velocidad de crucero, volviendo al control clásico a través del pedal.

El uso de este tipo de dispositivos, como ocurre con tantos adelantos tecnológicos, incorpora ventajas e inconvenientes. En un sector como el de la construcción, donde se realizan normalmente grandes desplazamientos, este elemento constituye un elemento de apoyo muy importante.

Imagen de Viktor Theo para Unsplash

Por qué es útil el control de velocidad:

  • Evita mantener el pie derecho sobre el pedal del acelerador durante largos trayectos, con la fatiga que eso puede suponer para el trabajadores que emplea muchas horas conduciendo.

  • Permite concentrar la atención durante la conducción a otros aspectos relacionados con la observación, la anticipación, el control de distancias, etc. sin dedicar recursos al pedal del acelerador.

  • Si se fija la velocidad conforme a los límites de velocidad y las condiciones ambientales, evita la comisión de infracciones normativas y promueve la seguridad, al ser el exceso de velocidad un factor agravante en caso de accidente.

  • Facilita el mantenimiento de una velocidad constante, sin oscilaciones debidas a las imprecisiones del control manual de la velocidad, que pueden perjudicar al consumo de combustible.

 

Por qué es preciso usarlo de forma responsable:

  • Como consecuencia del uso del control de crucero, mucho conductores optan por situar el pie derecho al lado. Esto significa que, en caso de tener que realizar  una frenada de emergencia, el tiempo de reacción es mayor cuando el desplazamiento se produce con el pie alejado del pedal, frente a la situación convencional del pie situado sobre el pedal.

  • En ocasiones se observa que los conductores programan la velocidad del control de crucero por encima de la velocidad permitida o adecuada a las circunstancias. Esto añade riesgos en la conducción, y aumenta la distancia de detención, en caso de problemas.

  • La entrada de combustible es gestionada por el vehículo, que no tiene, en principio, capacidad para comprender el entorno de conducción y no se adapta a los riesgos que pudieran aparecer.

  • En caso de pérdida de control consciente por parte del conductor, por ejemplo, debido al adormecimiento o a un evento médico, el vehículo se desplazaría hasta que fuera detenido por un obstáculo a la velocidad prefijada. Sin el control del crucero, si el pie del conductor no actúa activamente sobre el acelerador, el propio freno motor del vehículo hace que se pierda velocidad, llegando a detenerse por sí mismo o impactar contra un obstáculo a menor velocidad que la de partida.

  • Al prefijar una determinada velocidad y acercarse a una retención o a otros vehículos, hay conductores que lo desconectan demasiado tarde, aproximándose en exceso al vehículo precedente, sin respetar la distancia mínima de seguridad. Esto supone una gestión inadecuada del control de crucero y de la seguridad vial, y puede comprometer la seguridad de los conductores. 

  • En zonas con subidas, bajadas, curvas, etc. el sistema de control de crucero puede conservar la velocidad prefijada en estas zonas donde no es adecuado por razones de seguridad y de eficiencia. Esto puede generar una transferencia de masas excesiva en el vehículo que lo haga inestable.

 

Hoy en día se han desarrollado sistemas de control de velocidad de crucero adaptativos que regulan la velocidad también en función de la distancia de seguridad respecto al vehículo precedente.

Lógicamente, con el desarrollo de tecnología aplicable al vehículo autónomo, se disponen de sofisticados sistemas para que el vehículo sea capaz de mantenerse en el carril y adaptar de forma autónoma la velocidad.

 

Recomendaciones:

  • En la selección de vehículos por parte de la organización, el control de crucero debe ir acompañado de algunas recomendaciones para que su uso sea gestionado de forma segura.

  • No activar el control de crucero en tramos urbanos con velocidad inferior a 50 Km/h.

  • No usar el control de crucero en aquellas franjas horarios donde pueda aparecer de forma natural somnolencia: a primera hora de la mañana, tras la comida, o a última hora de la tarde.

  • No usar el control de velocidad en zonas de montaña o accidentadas (curvas, subidas, bajadas).

  • Pensar que estos sistemas son un apoyo más, que debemos emplear para reducir los errores humanos, no incrementarlos.